¿QUÉ ES SER CLEPTÓMANO?
Ser
un cleptómano es ser una persona que tiene un impulso casi incontrolable de
robar o coger lo que no es suyo, y que esto además, le provoca una gran
satisfacción. Es un desorden neurótico que afecta al control de los impulsos.
Tener
un hijo cleptómano
Aquellos
padres que les ha tocado “tener” un hijo cleptómano, por desgracias en la mayor
parte de los casos, no suelen descubrirlo hasta que el hijo ya se mete en un
buen lío.
El
problema principal del cleptómano y del hijo cleptómano, es que no suele tener
conciencia de su problema, hasta que ha transcurrido bastante tiempo desde el
comienzo del trastorno.
Los
cleptómanos además, con frecuencia, presentan otros trastornos asociados, tales
como bipolaridad, anorexia nerviosa, bulimia, ansiedad generalizada, etc. Es un
trastorno que parece que afecta más a mujeres que a hombres, y se produce
principalmente en la adolescencia, aunque también se puede dar en otras etapas
de la vida.
Los
objetos que son robados, en ocasiones tienen poco valor para el individuo, que
además muchas veces tiene medios económicos para poder adquirirlos. Con cierta
frecuencia se desprende de ellos o no los usa nunca, incluso puede llegar a
devolverlos.
El
cleptómano se encamina hacia problemas legales, familiares, profesionales y
personales. El trastorno puede continuar durante años a pesar de los problemas
que pueden suponer.
Hay
que distinguir al cleptómano del ladrón ordinario. Este último roba de forma
ordinaria, planificada, y por el valor económico o de utilidad de lo que roba.
El
tratamiento suele ser complejo, y debe ser llevado por un psicólogo
especializado en el tema de las adicciones y el control de los impulsos. Puede
hacerse a nivel individual, pero las terapias suelen ser más exitosas si se
incluye a la familia. Los tres pilares básicos del tratamiento del cleptómano
son:
–
Identificación de las conductas de ira y de las situaciones que la provocan
–
Establecer objetivos
–
Entrenar en técnicas cognitivo-conductuales para controlar la impulsividad.
Consejos
para padres de un hijo cleptómano
Por
regla general, los padres no sospechan que tengan un hijo cleptómano, fundamentalmente
porque no suelen buscar ayuda y no son conscientes de su problema. Por otra
parte, es muy difícil detectar esta falta de control de impulsos, pues las
cosas que roban suelen carecen de valor, y fácilmente pueden pasar
desapercibidas, o como simples regalos.
Los
mejores consejos que puedo daros son:
–
Observa tu hijo: si tienes alguna sospecha, intenta ver que objetos y cosas
trae y lleva, y cuáles pueden no ser suyas. Hazlo sin que se siente vigilado,
pero debes confirmar de alguna forma tus sospechas. Recuerda que no es cuestión
de culpabilizarlo, ya que no es consciente de su problemática.
–
No lo trates de ladrón: tu hijo es un cleptómano, tiene un problema con el
control de sus impulsos que puede ser tratado y solucionado.
–
Intenta escuchar y ser un apoyo emocional: en ocasiones puede generarse por
problemas existentes, y conviene escuchar y saber pedir ayuda cuando ya te
sobrepase. Recuerda algo importante, no eres su amigo, eres su padre/madre, por
lo que no le trates de “colega”, escúchale y apóyale.
–
Mantén la tranquilidad y pide ayuda profesional: si después de confirmarlo, de
escucharle y hablar con él, no ves la forma de que se solucione o él sigue sin
tomar conciencia de ello, es mejor que acudáis a un psicólogo que le vea.
–
Familia unida: El tener un hijo cleptómano puede acarrear graves consecuencias
para toda la familia, por lo que una buen arma, es que todos cooperéis en la
eliminación del problema.
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