Desarrollo Emocional Infantil
Los dos primeros años de vida en un bebé se convierten en una montaña rusa de
emociones, la manera de reaccionar está relacionado con su temperamento y de
las personas que lo rodean. La comunicación con su madre es sencilla; sentirse
querido y protegido es primordial para el desarrollo de un niño, a los tres
meses se realiza un cambio emocional significativo; sociabilidad, la interacción
con personas diferentes a su círculo familiar. Las primeras emociones que un
bebé empieza a desarrollar son: rabia,
euforia, sorpresa y frustración; quedan más definidas conforme van
creciendo. El llanto o lloriqueo es una forma de comunicarse con su madre y con
su entorno. Los niños empiezan a diferenciar las emociones de quienes lo
rodean, la primera persona de la que saben distinguir las emociones son de su
madre, después de un desconocido y por ultimo de su padre.
La intensidad de sus emociones depende de la naturaleza del
niño. Cada niño tiene su propio temperamento, siempre reaccionan de acuerdo a
su temperamento, demasiado cariño puede parecer estresante para un niño. Los
niños que experimentan sus límites temperamentales presentaran las mismas
tendencias a los 9 y 24 meses. Los niños tienen su propio temperamento y eso
influye en la forma en que resuelven sus necesidades. El cuidado que recibe el
niño influye en su temperamento. Hemos de tener muy en cuenta el temperamento
del niño para su crianza, modelar su reacción con el mundo, en esos meses de su
temprana edad sienten más necesidad de estar con su madre, sienten más
confianza y seguridad las expresiones faciales de su madre son muy importantes
con ellas pueden saber si están en peligro o si están seguros, a los 10 meses
los niños ya distinguen las expresiones faciales en los rostros de sus padres,
se familiarizan con sus expresiones y sus temperamentos, eso influye en su
desarrollo, en sus primeros meses de vida los adultos siguen a los niños en sus
emociones, con interacciones y el cariño los niños empiezan a saber controlar
sus emociones y acciones. Las emociones de los niños se pueden controlar por
medio de situaciones externas, juegos etc. Los niños empiezan a usar sus pocos
recuerdos para superar un miedo, ya empiezan a tratar de superar sus miedos o
realizar ciertas acciones ya no solo se limitan a llorar, tratan de perseverar
y realizar sus actividades, tratan de afrontar sus frustraciones conforme a su
temperamento, a una edad temprana son un mundo de sentimientos y nuevas
emociones y no saben cómo reaccionar o
como sentirse, las primeras sensaciones de rabia, felicidad y sentimientos de
auto-conciencia, a los 17 meses aún no se reconocen no reaccionan con vergüenza,
a los 24 meses ya se reconocen y empiezan a sentir vergüenza, timidez.
El orgullo empieza a
realizar sus primeras apariciones en la vida del niño, cuando un adulto
reconoce sus habilidades, se sienten orgullosos de ellos mismo y eso se nota en
su cara y en su movimientos, pero cuando el sentimiento de pudor llega todo
cae, no se siente bien con ellos, se niegan a aceptar el fracaso; todo depende
del temperamento del niño, solo cuándo el niño es consciente de sus logros y
fracasos los sentimientos de orgullo y pudor empiezan a surgir. Cada persona
llega con un propio temperamento, su evolución influye en su relación con los
demás
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